En la sección de Comillas en un día te comentamos lo imprescindible del pueblo, pero Comillas es mucho más: una combinación perfeta de modernismo bañado por el cantábrico, un caso viejo montañés de primera y un patrimonio natural que te dejará enamorado.
Lo primero que hay que señalar es que Comillas es un municipio donde existen otras localidades que merecen ser recorridas. Por ejemplo, uno de mis paseos favoritos es el que saliendo de la parte trasera del cementerio viejo te lleva hasta la localidad de Trasvía, un lugar con identidad propia y un paseo pegado al mar que te obsequiará con alguna de las visitas más espectaculares al parque natural de Oyambre. Merece la pena observar su arquitectura tradicional y, si quieres hacer una parada para repostar, puedes tomarte unas rabas exquisitas o uno de los mejores cocidos montañeses de la zona en el restaurante “El mirador de Trasvía”. Desde Trasvía puedes seguir por el camino de La Rabia hacia el parque natural de Oyambre, uno de las mejores playas de Cantabria y un paraíso para los surferos. Bañarse en la conocida como playa de la Rabia es un lujo caribeño. Otra manera de llegar a Oyambre desde Comillas es por el camino peatonal de Rubárcena , otra delicia de paseo a la sombra de los plataneros que incluso puedes hacer con tranquilidad en bicicleta.
Otra de las localidades escondidas de Comillas es Rioturbio. Una localidad rodeada por la Ria de la Rabia, reserva nacional de aves acuáticas con paisajes extraordinarios. Rioturbio es pequeño , pero tiene también muy buenos ejemplos de arquitectura montañesa. Desde Rioturbio sale uno de los caminos para conocer el Monte Corona, y es que si te gusta el senderismo en Comillas también tienes opciones muy interesantes. El Monte Corona ofrece múltiples opciones, mi favorita es la ruta que te lleva a la ermita de San Esteban. Antes de llegar a Rioturbio, justo antes del mal llamado puente republicano, sale un camino que atravesando el barrio de Araos te lleva a la otra localidad de Comillas que merece la pena recorrer: Ruiseñada. Ruiseñada cuenta hasta con una cueva con arte rupestre, La Maeza, pero como muchas en Cantabria no se pude visitar. Te recomendamos perderte por el pueblo, lo cual no es difícil porque esta localidad es un tanto laberíntica si la visitas por primera vez. En Ruiseñada puedes apreciar, por ejemplo, el antiguo palacio de los Bracho, hoy en muy mal estado de conservación. Por cierto, también hay un buen lugar donde comer: La Pradera.
Volviendo ya a Comillas y dejando de lado los edificios monumentales e imprescindibles que te contamos en la sección “Comillas en un día”, hay otros muchos lugares que conocer y apreciar. No dejes de recorrer el Casco Viejo: el Corro Campíos, la plaza de la Constitución o el Corro San Pedro. Tienes que llegar además hasta otro de los edificios importantes de la Comillas previo a la etapa del Marqués: El Espolón. Si tienes un rato, entra en el mismo, seguro que podrás disfrutar de alguna exposición interesante. Por la calle que linda con el Espolón, precisamente la calle Antonio López y López, puedes ir dejando atrás el Casco Viejo para ir adentrándote en la zona del frente marítimo, donde apreciar auténticos casoplones con vitas extraordinarias. No te puedes perder, por ejemplo, la otra obra de Gaudí en Comillas, la Puerta de los pájaros en la Casa de los Moro, desde donde además puedes llegar a la Ermita de Santa Lucía, una de las mejores vistas de Comillas. Desde aquí y en dirección hacia occidente llegarás hasta otra de las grandes casas de veraneo de los tiempos del Marqués, la Casa del Duque. Sí, en esta casa se han rodado películas de miedo, pero hoy en día también se celebran bodas de la jet set que veranea en Comillas. Justo en frente a esta casa tienes el llamado popularmente como parque de la estatua. Ya, ya sé que no somos muy originales poniendo nombres. La estatua que corona este parque es la de Antonio López y López, la persona que cambia el devenir de Comillas, que llegó a ser una de las fortunas más grandes de España y que, en definitiva, sitúa a esta villa marinera en el mapa artístico, consiguiendo que además el Rey Alfonso XII pasase aquí dos veraneos. ¿Cómo consiguió todo esto?, pues una ONG precisamente no fundó, ya que su historia está ligada al tráfico ilegal de esclavos con destino a las Antillas para trabajar en las plantaciones azucareras. Desde su estatua, además de adéntrate en la polémica vida de este personaje, podrás disfrutar de unas vistas excelentes, desde donde apreciar otros dos lugares de especial interés: el Muelle de Comillas y su Cementerio Viejo. Dos lugares imprescindibles de singular belleza y que sirven para dar cuenta de la especial relación de esta villa con la mar.